Las empresas pequeñas son el motor de la economía, generando empleo e impulsando la innovación. Sin embargo, definir qué es una "empresa pequeña" no es sencillo, ya que depende del sector, los ingresos y la cantidad de empleados.
Aquí encontrarás todo lo que debes saber sobre su definición en el contexto español.
¿Cómo se define una empresa pequeña en España?
En España, una empresa pequeña se define según los criterios de la Unión Europea y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para la UE, una empresa pequeña es aquella con menos de 50 empleados y un volumen de negocio o balance general inferior a 10 millones de euros. Además, debe ser independiente, es decir, no controlada en más de un 25% por grandes empresas.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) clasifica las empresas de forma similar: microempresas con menos de 10 empleados, empresas pequeñas entre 10 y 49, y medianas entre 50 y 249 empleados. Esta clasificación ayuda a estudiar el impacto de estas empresas en la economía nacional.
Esta categorización no solo organiza el tejido empresarial, sino que permite a las empresas pequeñas acceder a ayudas y recursos específicamente diseñados para ellas, desempeñando un papel fundamental en la economía nacional.
¿Por qué es importante esta clasificación?
La clasificación de una empresa como pequeña, mediana o grande es muy relevante, ya que afecta a aspectos clave como:
- Acceso a ayudas y subvenciones: las empresas pequeñas tienen acceso a programas específicos, como fondos europeos para digitalización, bonificaciones fiscales, programas de formación o incentivos al empleo. Un ejemplo claro es el programa Kit Digital, financiado por los fondos europeos Next Generation EU. Este programa está diseñado específicamente para empresas pequeñas y autónomos en España, con el objetivo de fomentar la digitalización. Según la categoría de la empresa, se ofrecen subvenciones de hasta 12.000 euros para implementar herramientas de ecommerce, mejorar su presencia online o desarrollar estrategias de marketing digital. Las grandes empresas no pueden optar a este tipo de ayudas.
- Simplificación normativa: muchas normativas administrativas, fiscales y laborales son más flexibles para las empresas pequeñas que para las grandes. Un ejemplo claro es el Régimen Simplificado del IVA, dirigido a autónomos y empresas pequeñas que no superen ciertos límites de facturación. Este sistema permite calcular las cuotas de IVA a ingresar mediante módulos basados en indicadores objetivos, como el número de empleados o la superficie del local, lo que simplifica significativamente la gestión fiscal en comparación con el régimen general.
- Acceso a financiación: el tamaño de la empresa se tiene en cuenta al solicitar préstamos o avales, ya que muchas entidades ofrecen condiciones específicas para empresas pequeñas. Por ejemplo, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en España dispone de líneas de crédito dirigidas exclusivamente a empresas pequeñas, medianas y autónomos, con condiciones favorables en términos de tipos de interés y plazos de amortización.
Importancia de definir el tamaño de una empresa
Definir qué es una empresa pequeña es esencial para proteger y potenciar su papel dentro de la economía. Este reconocimiento permite que las empresas pequeñas compitan en mejores condiciones frente a las grandes corporaciones, al facilitar su acceso a subvenciones, préstamos específicos y contratos públicos.
En España, las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen la base del tejido empresarial. Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a enero de 2023, existen 3.202.717 pymes, lo que representa el 99,8 % del total de empresas en el país.
La mayoría de las empresas en España son empresas pequeñas
En España, las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen la inmensa mayoría del tejido empresarial. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2023, existían 3.207.580 empresas en el país.
De estas, el 99,8 % son pequeñas y medianas empresas, lo que equivale a 3.201.165 empresas. Estas cifras incluyen tanto microempresas (menos de 10 empleados) como pequeñas (10-49 empleados) y medianas empresas (50-249 empleados). Estas empresas generan aproximadamente el 66 % del empleo total.
¿Quiénes son los propietarios de empresas pequeñas?
En España, la mayoría de las empresas pequeñas están dirigidas por hombres. Según el Mapa del Emprendimiento 2024 elaborado por South Summit, solo el 10 % de las startups en España son fundadas exclusivamente por mujeres, aunque este porcentaje ha aumentado desde el 6 % en 2022.
En España, las empresas lideradas por mujeres se concentran principalmente en el sector servicios, con más del 75 % de los proyectos femeninos en esta área, según el Observatorio del Emprendimiento de España y el Informe GEM en colaboración con ENISA.
Por el contrario, los hombres predominan en los sectores tecnológicos e industriales, donde representan el 30,2 %, frente al 19,2 % de las mujeres. Estos datos reflejan diferencias significativas en la distribución sectorial del emprendimiento según el sexo.
Ventajas y desventajas de las empresas pequeñas
En general, una empresa pequeña enfrenta diferentes problemas operativos que una gran corporación. Aquí hay algunos pros y contras a considerar antes de escalar tu empresa pequeña:
Ventajas de las empresas pequeñas
- Adaptabilidad y flexibilidad: pueden responder rápidamente a los cambios del mercado o a las necesidades de los clientes.
- Menos burocracia: los procesos de toma de decisiones suelen ser más ágiles que en las grandes empresas.
- Atención personalizada: tienen la capacidad de dedicar más tiempo y cuidado a cada cliente, fortaleciendo relaciones a largo plazo.
- Facilidad para operar online: muchas empresas pequeñas pueden funcionar íntegramente desde una plataforma de comercio electrónico, lo que reduce costes y expande su alcance.
Desventajas de las empresas pequeñas
- Dificultades para obtener financiación: a menudo, los bancos y las entidades financieras son más reacios a otorgar grandes préstamos a pequeños negocios.
- Competencia en precios: las empresas más grandes pueden ofrecer precios más bajos debido a economías de escala, lo que pone en desventaja a las empresas pequeñas.
- Alcance limitado: muchas empresas pequeñas tienen dificultades para expandirse más allá de su mercado local o regional.
Otras consideraciones al definir una empresa pequeña
Aunque la definición oficial en España sigue los criterios establecidos por la Unión Europea, basados en el número de empleados y el volumen de negocio o balance general, existen otras formas de interpretar lo que constituye una "empresa pequeña".
Por ejemplo, una microempresa, según la clasificación oficial, tiene menos de 10 empleados y un volumen de negocio o balance anual inferior a 2 millones de euros. Sin embargo, muchas personas también consideran factores más informales, como si la empresa opera desde un domicilio particular o si es gestionada únicamente por su propietario.
Una actividad unipersonal desde casa puede ser percibida como una microempresa, mientras que un negocio con beneficios similares, pero con varios empleados repartidos en distintas ubicaciones, podría no ser visto como "pequeño".
Además, la estructura legal también influye en cómo se percibe el tamaño de un negocio. En España, las sociedades limitadas (SL), que son la forma jurídica más común entre las pymes, suelen asociarse a empresas pequeñas o medianas.
Por el contrario, una sociedad anónima (SA), aunque pueda cumplir los criterios financieros de una pyme, se percibe como más grande debido a su capacidad de captar capital a través de accionistas.
Estas diferencias reflejan cómo el tamaño de una empresa puede depender no solo de criterios objetivos, sino también de percepciones sociales y legales.
Conclusiones: pequeñas pero poderosas
La definición de una empresa pequeña en España es compleja y depende de diversos factores, como el número de empleados, los ingresos anuales, la industria en la que opera y su estructura legal.
Organismos como la Unión Europea y el Instituto Nacional de Estadística (INE) establecen criterios claros para clasificar a las empresas pequeñas, mientras que entidades como la Asociación Española de Banca aplican estándares específicos según el sector.
Estos criterios no solo sirven para organizar el tejido empresarial, sino que también determinan el acceso a recursos clave como subvenciones gubernamentales, programas de digitalización y financiación preferencial.
Por ejemplo, programas como el Kit Digital o las líneas de crédito ICO están diseñados específicamente para empresas pequeñas y autónomos, reconociendo su papel estratégico en la economía.
Preguntas frecuentes sobre empresas pequeñas
¿Qué define a una empresa pequeña?
Una empresa pequeña se caracteriza por contar con un número reducido de empleados, ingresos moderados y operar de manera independiente, sin estar controlada por grandes corporaciones. Estas empresas suelen ser de propiedad privada, gestionadas por una persona o un grupo pequeño de socios, y destacan por su flexibilidad y cercanía en su modelo de negocio.
¿Importa el número de empleados para las empresas pequeñas?
Sí, el número de empleados es un criterio clave para determinar si una empresa se clasifica como pequeña. En España, tanto la Unión Europea como el Instituto Nacional de Estadística (INE) utilizan este factor para establecer categorías empresariales. Por ejemplo, una empresa pequeña se define como aquella que tiene entre 10 y 49 empleados, mientras que una microempresa tiene menos de 10.
¿Cómo se pueden clasificar las empresas pequeñas?
Las empresas pequeñas en España pueden operar bajo distintas estructuras legales según sus características y necesidades. Muchas funcionan como empresarios individuales o autónomos, donde el propietario gestiona el negocio directamente y asume responsabilidad personal por las deudas, tributando a través del IRPF. Otras optan por constituirse como sociedades limitadas (SL), que limitan la responsabilidad de los propietarios al capital aportado, ofrecen una gestión sencilla y tributan mediante el impuesto sobre sociedades. Aunque menos comunes entre empresas pequeñas, las sociedades anónimas (SA) también pueden ser utilizadas, ofreciendo responsabilidad limitada, pero con una estructura más compleja. Estas opciones permiten adaptarse a las necesidades específicas de cada negocio.
¿Algún ejemplo de empresa pequeña?
Un ejemplo de empresa pequeña puede ser una tienda local de ropa, un ecommerce especializado, un restaurante, una panadería artesanal, un servicio de limpieza, un negocio de jardinería o una consultoría independiente.
¿Qué tipos de empresas pequeñas existen?
- Las tiendas minoristas, que venden productos directamente a los consumidores,
- Los negocios de servicios, que ofrecen soluciones a empresas o particulares,
- Las empresas de fabricación, que transforman materias primas en productos terminados,
- Los comercios electrónicos, que comercializan bienes o servicios a través de internet,
- Y los negocios freelance, que prestan servicios bajo contrato o por proyecto.